El Habermus de Santa Hildegarda
Con la papilla de trigo que se comían los Romanos hace 2000 años conquistaron todo el mundo conocido en aquella época alrededor del Mediterráneo. El Habermus de Santa Hildegarda es algo similar pero con espelta. Empezar con este desayuno el día, te da energía para toda la mañana.
Además sirve para la prevención y curación de las enfermedades del estómago y del intestino, estreñimiento, enfermedades autoinmunes, depresiones y muchas más.
Ingredientes para dos personas:
Una taza de: copos de espelta, o granos de espelta triturados, o sémola de espelta
1 ó 2 cucharadas de granos de espelta previamente remojados (al menos 12 horas) y cocidos con una pizca de sal.
Dos tazas de agua
Una manzana cortada a cuadraditos
Unas gotas de zumo de limón o de naranja
Especias en polvo:
Galanga y peligre una pizca al gusto
Media cucharilla de canela molida
½ ó 1 cucharilla de miel
Pasas o arándanos rojos al gusto. También se le puede echar cerezas o frambuesas.
1 cucharadita de almendras ( en laminillas, o molidas, o a trocitos)
½ cucharadita de semillas de zaragatona
Preparación:Echar la espelta y los granos en el agua, y hacer hervir 3-4 minutos removiendo despacio, añadir las manzanas y hervir 2-3 minutos. Añadir la miel, la galanga, el pelitre y las pasas en el último minuto. Apagar, tapar y dejar sobre la placa durante unos minutos. Añadir las almendras, la canela y la zaragatona espolvoreándolas por encima cuando ya está cocido el Habermus. El habermus matinal pone a disposición del cuerpo todo lo que necesita para tener una vida saludable: proteínas imprescindibles para la vida, valiosos hidratos de carbono complejos, grasas sanas, muchas vitaminas del grupo B y, ante todo, una enorme riqueza de minerales alcalinizantes que protegen al cuerpo de la hiperacidez y la inflamación producidas por el estrés.