Como ya hemos dicho en el apartado de la teología las obras espirituales de esta Santa son tres. Ahí en ese apartado pueden consultar cuáles son esos libros. Aquí hablaremos más del segundo que escribió. Que se llama el “Libro de las obras divinas.” Aquí Hildegarda personifica las virtudes. De este modo describe 4 figuras como son el amor, la humildad, la paz y la sabiduría. El amor y la humildad está de pie en una fuente de agua pura. Cómo árboles parecen crecer en esta agua. El amor, primordial en la visionaria es la “claridad del Dios vivo.”
Obra espiritual de Santa Hildegarda
El amor es asistido de la humildad y de la paz. De él emana la luz viva, de donde procede toda la creación incluido entre otros seres vivos, el hombre. La fuente es “la vida, el Espíritu de Dios” que el mismo, dispensa en todas sus obras. De esta fuente han sacada la vida. Y gracias a esta fuente poseen los hombres la vida que da vida. Así sigue esta Santa, mientras que las energías divinas no trabajen en él, el hombre es una sombra. Según esta abadesa, todos los proyectos divinos fueron sombras antes que Dios les diese forma. Por lo tanto, el amor ayudado de la humildad tiene el poder de revelar a Dios en el hombre. Sin embargo, la paz no puede ser mantenida de momento sobre la tierra. Ahí donde existe en la tierra, es la prueba de la presencia de Dios entre los hombres.
Obras religiosas Santa Hildegarda
Por otro lado, la sabiduría asistida con el amor asegura la estabilidad del hombre. La sabiduría impide que el hombre se desvíe de su proyecto y que recaiga. Que recaiga como lo hizo el primer hombre, es decir Adán. La vida del hombre cristiano se perfecciona por lo tanto con la sabiduría.
Para perfeccionamiento del hombre Santa Hildegarda nos deja 35 virtudes. Están recogidas en su libro “De los méritos de la vida”. Siguiendo estas virtudes, nos ayudará a seguir difícil vía del perfeccionamiento cristiano. Siendo consciente que estas no son fáciles de seguir Santa Hildegarda nos da consejos. Uno muy llamativo es el del ayuno. Para unas cuantas virtudes el ayunar ayuda a adquirirlas. Pero no para todas según ella. Efectivamente para conseguir ser más humilde, el ayunar no es apto por ejemplo. Ya que el conseguir hacer un ayuno prolongado nos podría llenar de orgullo. Y orgullo nos alejaría de la humildad.
Santa Hildegarda de Bingen obra espiritual
Por nombrar algún vicio y virtud en el primer grupo tendríamos lo binomio que van a continuación. Ya que esta Santa dividió a los vicios y virtudes en 5 grupos de 7 pares cada uno. Al amor profano le corresponde el amor celestial. A la exuberancia le correspondería las buenas costumbres. El gusto por los placeres se debería combatir con el pudor. La dureza de corazón tiene como remedio la misericordia. La pereza tiene como solución la victoria Divina. A la cólera se le combate con la paciencia. Y finalmente la malignidad es contrarrestada con el deseo ardiente de Dios.
Obra espiritual de Santa Hildegarda de Bingen
En cuanto al segundo grupo de vicios y virtudes se incluyen los que nombramos a continuación. Tenemos en primer lugar la glotonería frente a la abstinencia. Luego aparece la mezquindad de corazón frente a la generosidad. En tercer lugar está la impiedad que se combate con la piedad o devoción. Luego está la deslealtad que se combate con la verdad o lealtad. El conflicto se combate y se supera con la paz. Además, la frustración es superada por la bienaventuranza. Y finalmente la desmesura puede ser combativa con el discernimiento. Hasta aquí los primeros 14 vicios y virtudes expuesto por esta Santa.
Obra espiritual
La obra más importante de Santa Hildegarda se compone de una serie de tres libros inspirados, donde describe sus visiones y las explicaciones que ha recibido para interpretarlas. Hildegarda dicta lo que ve y oye al monje Wolmar. Este último es el que le da forma escrita al relato y a su interpretación. La abadesa ve imágenes que describe con precisión y oye palabras que transmite con exactitud y después puede dar algún comentario que le ha sido inspirado.
Sus tres libros teológicos son:
El Scivias: Conoce las vías del Señor (dictado de 1141 a 1150)
El Libro de los méritos de la Vida (El de los 35 vicios y virtudes) (dictado entre 1141 y 1150)
El libro de las obras divinas (dictado entre 1163 y 1173).
Hay que mencionar que existe una progresión entre esos tres libros:
El “Scivias” es un gran catecismo que traza las bases (vías) a un conocimiento necesario para llevar una vida cristiana.
El “Liber Vitae Meritorum” enseña a discernir cuales son las virtudes y a ponerlas en práctica. Asismismo, también enseña a alejarse de los vicios en la vida cotidiana.
Finalmente, el “Liber divinorum operum”, que terminó a sus 75 años, nos ofrece una visión del hombre en el universo. El lector que busca el sentido de la vida descubre su verdadera dignidad de hombre y de cristiano. Ahí podrá encontrar respuestas a las siguientes preguntas: ¿Como ha sido concebido el universo y Porque el hombre es tan importante en el plan de Dios?
¿En que se fundamenta la dignidad del hombre para que el Hijo de Dios se haya encarnado y haya dado su vida para salvarlo?
Este último libro es de profunda actualidad. Ya que subraya la importancia de toda alma en el gobierno de del universo: “El hombre es el punto final de las maravillas de Dios. En el se refleja, como una gota de agua, la belleza del universo.”
Por último mencionar también las 42 miniaturas de colores suntuosas que adornan los manuscritos de Hildegarda. Son de una intensidad expresiva excepcional.