Descripción
Santa Hildegarda dice al respecto:
“Quien tenga tan serios dolores de corazón que sienta que éste pende de un hilo, tome de dos a tres pizcas diarias de genciana [Gentiana lutea] en una sopa de harina o de sémola de espelta y su corazón se vigorizará”.
“El que tenga fiebre en el estómago, que beba a menudo polvo de genciana disuelto en vino caliente y su estómago será purificado de la fiebre”